

A estas alturas que un día sí y otro también, surjan y estén encima de la mesa 2 problemas de dimensiones máximas en nuestra provincia, ante la falta de iniciativa política para dotar de una vez a nuestro aeropuerto de la comunicación ferroviaria oportuna, resulta paradójico.
Conectar el TRAM, metropolitano de la costa, más ahora con llegada de este a la estación Intermodal, resulta completamente lógico, necesario y oportuno.
Ninguna decisión al respecto por la absurda controversia, seguramente mal enfocada, por falta de información a los vecinos de San Gabriel, a los que no les han presentado un proyecto creíble de que la modernización y electrificación de la infraestructura ferroviaria del actual cercanías, C!, conllevaría positivamente en su futuro su integración ambiental y paisajística en el futuro litoral Sur.
Con ello se lograría la movilidad metropolitana, más sostenible de todas, ya que desaparecería la vieja imagen de paso de viejos trenes de alta velocidad por otros con paradas metropolitanas completamente integrados tal y como lo están con gran éxito en todos los aspectos en la costa alicantina.
Reduciéndose así miles de vehículos que colapsan a la vez las carreteras, y solucionando un problema ya endémico, que no cuenta aún con ningún proyecto de ejecución y ni se sabe cuándo.
Para más inri, la variante de Torrellano implica mucha más tardanza, costes y complejidad en todos los sentidos. Y seguramente inoportuno el último cambio que afecta a una infraestructura aún más importante como lo es la Balsa de decantación de última generación, para complementar las depuradoras en mal estado que vierten la mayor parte de sus aguas residuales en el Barranco de las Ovejas, que como todo el mundo sabe, contaminan las playas próximas del litoral alicantino, con gran hedor en todo el barrio y playas impidiendo el baño. Señalizadas con bandera negra.
Proyecto ya anclado sin resolver ya más de más de 2 décadas, incluido en el programa VERTIDO CERO con financiación europea, a todas luces mucho más prioritario que modificar la variante de Torrellano.
Y no digamos lo que representa para Elche y sus núcleos poblacionales y económicos, quedarse como está anclada en el pasado con la obsoleta red de cercanías C1.