Por fin se licita es lo importante, público y municipal sin perder el patrimonio, con la recuperación e integración de parte de los elementos arqueológicos, como Mercado Central modernizado y gastronómico, principalmente por sus propios placeros y esperemos que se acuerden y den preferencia a los que fueron expulsados injustamente sufriendo graves pérdidas.
Se ha evitado el desastre ambiental como pretendía el gobierno anterior en las laderas del Vinalopó, con todo el impacto paisajístico y urbano que supone…
Detalles seguro que hay para mejorar, la fuente lo suyo es una reconstrucción de la fuente de la Alcoraya donde estaba en la Plaza la Fruita, también la apertura e integración de ambos refugios de la guerra civil, así como elementos significativos del entorno histórico de la Villa Murada, ello es lo incompleto, independiente de algunas opiniones subjetivas en cuanto a parte de la modificación estructural del edificio.
Lo verdaderamente importante es la salvación casi integral del edificio junto a los Baños árabes, y los valiosos hallazgos arqueológicos de la zona, refugios y demás elementos que servirán para recuperar y hacer historia viva de la ciudad.
Por otra parte magnifico y lógico, no incluir el parking, en la plaza de las Flores, totalmente contraproducente en la zona, ni es necesario, igual que el actual no tiene allí mismo y funciona muy bien, al igual que otros supermercados. Parkings existen en la zona a falta de señalizaciones con las plazas libres y se puede hacer otro en José María Buck, que es lo suyo una zona dura perimetral.
La plaza de las flores, sus comerciantes y vecinos ya han sufrido bastante con las obras y los despropósitos que se pretendían con la privatización del anterior gobierno del P.P.
Ahora debemos de felicitarnos todos de haber salvado y protegido uno de los patrimonios, sociales, culturales y económicos más insignes, convertido próximamente además en el futuro gran icono referente de la ciudad como motor social, cultural y económico.
Gracias ello a la valentía, tesón y dedicación de los movimientos sociales de la ciudad, que junto al soporte y apoyo de los medios de comunicación, han tenido que sortear y lidiar con numerosos recursos y acciones, con las distintas corporaciones con sus respectivos despropósitos. Principalmente la labor de la plataforma Salvem el Mercat, que ha integrado a todos los colectivos y partidos políticos en oposición a su pretendida salvaje privatización además sin ningún canon.
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