Sin obligación de apertura de los partidos a la sociedad, con su escasa y clientelar afiliación, la desafección está garantizada y el fascismo en las puertas.

Por Jose Joaquín | DebatePúblico

“La estupidez es un peligro mayor que la maldad.” — Dietrich Bonhoeffer

La reforma judicial impulsada por el ministro Bolaños pretende que sea el Ministerio Fiscal —y no los jueces— quien dirija las investigaciones penales. El Gobierno la presenta como una modernización garantista. Pero ¿puede democratizarse la justicia si no se democratiza antes el sistema político que la sostiene?

🧱 La ley orgánica de los partidos políticos: el muro que impide la democracia interna

Antes de reformar la justicia, habría que reformar la kafkiana Ley Orgánica de los Partidos Políticos. Porque los partidos, lejos de ser espacios abiertos y deliberativos, se han convertido en estructuras cerradas, clientelares y sectarias. No hay sesiones de control internas, no hay mecanismos de participación real, y los simpatizantes críticos son tratados como amenazas. Se les abren dossieres manipulados, se les excluye, se les silencia. ¿Democracia? No. Gestapo partidista.

🔍 El caso Dana: ¿más credibilidad con fiscales del Gobierno?

Pongamos un ejemplo. Si la instrucción del caso Dana la llevara un fiscal dependiente del Ejecutivo, ¿aumentaría la credibilidad? No. Al contrario: se politizaría aún más. La independencia judicial no se garantiza cambiando el modelo de instrucción, sino blindando las bases democráticas del sistema. Y eso empieza por los partidos.

📉 Afiliación mínima, desafección máxima

Los partidos tienen una afiliación ínfima en comparación con el número de votantes. ¿Por qué? Porque han secuestrado el sistema político. Porque no representan, no escuchan, no permiten. Porque han convertido la participación en simulacro y la crítica en delito interno. Y eso está propiciando el auge del fascismo, la desafección ciudadana y el colapso democrático.

🧨 El 15M como advertencia ignorada

El Movimiento 15M fue una llamada de atención. Pero fue absorbido, manipulado y traicionado por líderes que se presentaron como renovadores y acabaron reproduciendo las mismas lógicas de poder. Ni Rivera ni Iglesias representaron el espíritu del 15M. Lo engulleron. Lo instrumentalizaron. Y hoy sus partidos son parte del problema, no de la solución.

📎 Memorándum final: tesis ciudadanas para desmontar la estupidez política organizada

• La estupidez política no es ignorancia, es obediencia adoctrinada.
• Los partidos cerrados generan estructuras clientelares y sectarias.
• La justicia no puede democratizarse si los partidos siguen blindados.
• La baja afiliación revela el rechazo ciudadano a estructuras opacas.
• La desafección democrática abre la puerta al autoritarismo.
• El 15M fue engullido por líderes que traicionaron su espíritu.
• La ley de partidos es el origen del secuestro democrático.
• La reforma judicial sin reforma política es maquillaje institucional.

La democracia no se construye desde arriba ni desde los despachos. Se construye desde la base, desde la transparencia, desde la participación. Y eso exige desmontar las estructuras que hoy la impiden. Empezando por los partidos. Siguiendo por la justicia. Y terminando por nosotros mismos.