Que fuerte nadie asume responsabilidades políticas en uno de los mayores fiascos de falta de diligencia en los responsables políticos del urbanismo local, como lo ha sido la del Hotel de Arenales del Sol, una sentencia y unas causas producidas por un mirar para otro lado, mientras a los más comunes de los ciudadanos se les exige el máximo, y en este importante proyecto en lugar de informar y advertir a la empresa de los riesgos que estaba asumiendo con estas irregularidades a pesar de las denuncias que funcionarios municipales han realizado, resulta que a quienes sancionan, otra vez con 6 años inhabilitación ni más ni menos, cuando ya en otras que le han difamado los tribunales han condenado al consistorio ilicitano, que no tiene otra cosa más que derrochar recursos públicos, para sacarse de en medio a los funcionarios serios y honestos que defienden la legalidad del urbanismo ilicitano y no se pliegan a las directrices de los enchufados políticos cuyas actuaciones son inexplicables, es al mensajero, al prestigioso ex letrado municipal del urbanismo ilicitano Marcos Adsuar, autor a la vez de la imputación del presidente del P.P. en la Comunidad de Murcia, y que fue uno de los que denuncio los graves hechos y al que persiguen de nuevo como el gato y el ratón inventándose nuevas patrañas como que no asiste al trabajo porque se persona en las causas judiciales que su profesión y compatibilidad le permiten en sus periodos y días libres de descanso como lo son a la vez las vacaciones, como así lo viene demostrando corroborado con sentencias judiciales, pero claro sus certeras incursiones y denuncias sobre las prácticas irregulares no gustan a sus responsables, cuyas consecuencias para los intereses generales del municipio son estos.
Esta es la democracia y la transparencia del gobierno municipal, si antes el P.P. con Alonso las hacía como quería, ahora, tampoco hay apenas diferencia ya que este ha asumido todos los roles con peores prácticas en el urbanismo, como lo son también el Mercado Central y el Barrio de San Antón, el suma y sigue de las grandes recalificaciones del PGOU a la carta para hacer auténticos fiascos en la planificación urbanística del municipio, suman y siguen.
Por otra parte estas malas artes de perseguir, excluir y apartar a los funcionarios honestos que no aceptan la arbitrariedad de los políticos y asesores, cuyas consecuencias producen la desmotivación y apatía en el funcionariado más eficiente e independiente, practicas que se las deben de plantear los políticos que están convirtiendo una administración parasitaria y sumisa a la orden de los intereses políticos, cuando se deben a los ciudadanos en general