Lo que no tiene lógica es esta actitud tan prepotente y sectaria de las concejalias de movilidad y de trafico, que pasan olímpicamente de la participación ciudadana y de la gobernanza abierta, para conocer mejor las necesidades más prioritarias de los ciudadanos. Ellos van a la suya, quitando y poniendo zonas de carríl bici,como en este caso, y el de La Marina, sin contar con los ciudadanos, cuando existe una gran problemática general de desarrollar un plan amplio de rediseño de viales que circunvalen toda la ciudad por zonas seguras y amables, donde la guerra con los vehículos no sea como la quieren afrontar con la nueva ordenanza, donde quieren empujar a las bicis junto al peligroso y contaminante tráfico rodado sin siquiera reseñalizar una red de viales seguros. Esto es lo que hay por desgracia, llevamos más de la mitad del nuevo gobierno municipal, y hasta ahora nada de nada.
Y si hablamos del transporte público a La Marina del Pinet, para irse corriendo, un solo autobus los domingos, pasando antes por las urbanizaciones, esto es lo que hay.