
Esto es lo que queda de un partido histórico que con los ex alcaldes Ramón Pastor y Manuel Rodríguez, consiguieron su mayor esplendor en la ciudad. Ahora en manos de una ejecutiva que solo les interesa perpetuarse en el control endogámico interno del partido, eliminando a los simpatizantes y afiliados críticos, con los incumplimientos electorales, como han hecho con las Clarisas, con el Mercado, con el hort del Gat, y el palmeral, con el patrimonio cultural y arquitectónico, despreciando a los colectivos culturales y medioambientales.
La prueba la van a tener de nuevo estos días, convocando por fin la Mesa de Patrimonio, órgano creado encima por el P.P. para defender el patrimonio y comprobarán que ni caso a los colectivos una vez más, como nos ocurre en el consell de Cultura, y ocurre en el Patronato del Palmeral, o en los consejos sectoriales, que ya ni son vinculantes ni les importa un bledo como vienen demostrando con la cascada de recursos realizados y todos rechazados.
Esto es lo que queda en la democracia del Psoe local.
Tendrán valor de enviar a militantes a defender lo indefendible. Esto le tenían que decir a Pedro Sánchez y a Ximo Puig, que están hasta la coronilla de esta ejecutiva con su actitud farisaica plegada a Soler haciéndoles la vida imposible al PSPV y al Psoe nacional.
Ahora que ellos a la suya, hacer altas clientelares, cerrándoles el paso los simpatizantes críticos.
Convirtiendo la histórica Casa del Pueblo siempre abierta a la participación política de los ciudadanos, en el cortijo de Soler, González, etc. Ya siquiera dejan participar ni en los sectoriales ni en las tertulias, cada vez más endogámico y cerrado el partido a las redes clientelares.
La dimisión y cese de esta ejecutiva sería lo suyo, la realidad muy distinta.
